Me encanta cocinar. Realmente es un tipo de hechicería en el que juegas con ingredientes, texturas, emociones, estados mentales y fisiológicos.
Preparando algo de motivación con entrañas de pescado, inmunidad con ajo y resitencia muscular a los golpes con acelgas. Porque el camino se viene en inclinado. ¡A trepar!
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Tienes mucha razón, es hacer magia con las transformaciones de los alimentos en un conjunto de olores, sabores y texturas.
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